Noli me tangere («no me toques»[1] en latín) es un texto de la Vulgata (versículo 17 del capítulo 20 del evangelio de San Juan):[2] las palabras que Jesucristo dirige a María Magdalena después de su resurrección. En el griego original la expresión es μὴ μoυ ἅπτoυ (mè mu haptu), que sugiere una acción que continúa en el tiempo; por lo que una posible traducción es también: «no me agarres» o «no me retengas».[3]
En el canto gregoriano se usa como motivo de un tropo.
En la iglesia ortodoxa el episodio se celebra litúrgicamente con uno de los doce maitines de la vigilia nocturna.[4]